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¿Puede una discrepancia entre médicos comprometer la atención al paciente?

En una de las viñetas clínicas del curso Buen Quehacer Médico: relación médico-paciente, se analiza un caso pediátrico en el que una diferencia de criterio entre profesionales sanitarios pone en riesgo la calidad asistencial. Se trata de un niño con antecedentes quirúrgicos recientes, cuya evolución clínica genera un desacuerdo entre el pediatra y el cirujano sobre la urgencia de una nueva intervención. Mientras el primero considera imprescindible operar de inmediato ante el riesgo de recidiva, el segundo defiende que la situación es estable y que la cirugía puede posponerse hasta el día siguiente, en condiciones más seguras y con el equipo completo.

La discusión entre ambos profesionales se produce en público, en presencia de otros sanitarios, médicos en formación y los propios familiares del menor. Esta escena genera confusión, angustia y una pérdida de confianza en el equipo médico, además de un deterioro del prestigio profesional. La falta de consenso y la exposición de la discrepancia de forma inapropiada comprometen no solo la atención al paciente, sino también la percepción social de la profesión médica.

Ante esta situación, el Dr. Joan Monés Xiol, miembro de la Comisión Central de Deontología y profesor emérito, subraya que la confraternidad médica es un deber ético fundamental. Recuerda que el Código de Deontología Médica establece que las discrepancias deben resolverse en privado o en foros técnicos, y nunca en presencia de pacientes o terceros. Criticar despectivamente a un colega en público constituye una falta ética agravada, que puede derivar en desprestigio profesional y en un daño innecesario para el paciente.

El Dr. Monés insiste en que, si bien es legítimo que existan diferencias de opinión, estas deben canalizarse con respeto, lealtad y buscando siempre el consenso o la intervención de un tercero. La prioridad debe ser siempre el bienestar del paciente, y no la imposición de una perspectiva profesional sobre otra. Además, recuerda que el deber de confraternidad no exime de la responsabilidad de denunciar, con discreción, conductas que pongan en riesgo la seguridad del paciente o vulneren principios éticos.

Con los cursos del Buen Quehacer Médico se pretende fomentar la reflexión sobre dilemas clínicos reales, promover una conducta profesional ejemplar y avanzar hacia una medicina más ética, colaborativa y centrada en el paciente.

Recordamos que cada uno de los cuatro cursos del Buen Quehacer Médico cuenta con 10 créditos ECMECs de SEAFORMEC y UEMS, equivalentes a 1,5 créditos españoles de formación continuada del Sistema Nacional de Salud. La matrícula es gratuita para los médicos colegiados, gracias al patrocinio del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

La matrícula es gratuita para los médicos colegiados, al estar patrocinado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

https://www.ffomc.org/formacion/cursos-online-buen-quehacer-medico-vinetas-practicas