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¿Debe el médico atender a un paciente detenido y agresivo bajo los efectos del alcohol?

En una de las viñetas clínicas del curso Buen Quehacer Médico: relación médico-paciente, se analiza una situación frecuente en los servicios de urgencias: la atención a un paciente detenido, en estado de embriaguez y con un comportamiento violento. El caso plantea un dilema ético y legal de gran relevancia: ¿cómo equilibrar el deber de asistencia con la obligación de garantizar la seguridad de todos los implicados?

Durante las guardias hospitalarias o en los centros de atención primaria, los médicos se enfrentan a escenarios en los que deben decidir si atender o no a un paciente en condiciones que pueden suponer un riesgo personal. El Dr. Joan Monés Xiol, miembro de la Comisión Central de Deontología y profesor emérito de la Universitat Autònoma de Barcelona, recuerda que el Código de Deontología Médica no deja lugar a dudas: la principal lealtad del médico es hacia el paciente, y su salud debe anteponerse a cualquier otra conveniencia, incluso cuando la conducta del enfermo dificulta la asistencia.

El experto subraya que el médico está obligado a ofrecer una atención de calidad humana y científica, sin discriminación alguna, pero también debe velar por su propia seguridad y la del equipo sanitario. En estos casos, la contención mecánica puede considerarse una medida terapéutica indicada, destinada a proteger tanto al paciente como a los profesionales, siempre con la menor agresividad posible y durante el tiempo estrictamente necesario. El Código de Deontología Médica y la Ley 41/2002, de autonomía del paciente, permiten intervenir sin consentimiento cuando existe un riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del enfermo o de su entorno, especialmente si el paciente no está en condiciones de decidir.

Asimismo, el médico tiene la obligación de emitir un parte de lesiones, documento con el que se comunica a la autoridad judicial la existencia de daños o agresiones. Este parte debe reflejar que la asistencia se realizó con el paciente inmovilizado y sin consentimiento informado por negativa, y que la analítica confirmó la intoxicación etílica, descartando otras causas médicas. No debe entregarse a la policía, salvo orden judicial, y debe archivarse en la historia clínica del paciente.

Este caso ejemplifica el equilibrio entre la protección del paciente y la seguridad del profesional, recordando que el deber de asistencia se mantiene incluso en circunstancias adversas. El Buen Quehacer Médico insiste en que la actuación ética no se limita a curar, sino también a cuidar, prevenir y proteger, con humanidad y responsabilidad.

Con los cursos del Buen Quehacer Médico se pretende fomentar la reflexión sobre dilemas clínicos reales, promover una conducta profesional ejemplar y avanzar hacia una medicina más ética, colaborativa y centrada en el paciente.

Recordamos que cada uno de los cuatro cursos del Buen Quehacer Médico cuenta con 10 créditos ECMECs de SEAFORMEC y UEMS, equivalentes a 1,5 créditos españoles de formación continuada del Sistema Nacional de Salud. La matrícula es gratuita para los médicos colegiados, gracias al patrocinio del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

La matrícula es gratuita para los médicos colegiados gracias al apoyo del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos:

https://www.ffomc.org/formacion/cursos-online-buen-quehacer-medico-vinetas-practicas