El suicidio no es culpa de nadie, pero es responsabilidad de todas y todos. Las y los expertos cuestionan el silencio imperante y aconsejan dar visibilidad a este grave problema de salud pública para abordar con decisión la prevención.

Estamos fallando en la detección de señales de riesgo y la atención psicológica al duelo. Actualmente, el suicidio, una de las experiencias más devastadoras para un ser humano, no se comunica, se oculta, se reduce a la manifestación de una enfermedad mental. Sin embargo, los datos son escalofriantes: es la primera causa externa de defunción en España. Cada día se suicidan 10 personas.

Los datos muestran que la mitad de la población tendrá ideas suicidas de moderadas a graves en algún momento de su vida.

Las y los expertos no albergan ninguna duda: hay que potenciar las campañas de prevención del suicidio como se hacen en otros ámbitos.

Sin embargo, seguimos funcionando con viejos esquemas, esos que apuntan a que hablar del suicidio induce a la conducta suicida...Frente al silencio que mata,  científicos y especialistas claman que es necesario comunicar, pero que hay que hacerlo de otra manera: divulgando información científica y veraz que desmienta este tipo de prejuicios y sirva de ayuda para una ciudadanía capaz de detectar a tiempo señales de alerta.

Más Información