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‘Biosimilares: lecciones aprendidas y retos futuros’

El pasado 9 de marzo se celebró en el Colegio de Médicos de Madrid la jornada ‘Biosimilares: lecciones aprendidas y retos futuros’, organizada por la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (BioSim) y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC). En la misma tuvieron lugar dos mesas redondas en la que los expertos participantes coincidieron en defender que el uso de los biosimilares en la práctica clínica como una forma de reinvertir ahorros en otras necesidades sanitarias como el apoyo de enfermería o financiar medicamentos innovadores.

En concreto, la primera parte se centró en el ‘Diálogo entre expertos: quince años desde el primer biosimilar ¿Qué necesito saber?’ y en ella participaron el Dr. Gonzalo Calvo Rojas, jefe de servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínic de Barcelona y director académico del curso de biosimilares en la práctica clínica de la FFOMC y BioSim; y el Dr. Benjamín Herreros, director del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés.

Los biosimilares son medicamentos que, aunque no son idénticos a los productos biológicos originales, tienen una similitud molecular y una eficacia clínica comparable. Estos productos ofrecen una alternativa biológica más económica a los tratamientos, lo que puede ayudar a mejorar la accesibilidad de los pacientes a los medicamentos necesarios.

Los medicamentos biosimilares son similares a los medicamentos originales, pero cuestan menos y están disponibles para más personas que los fármacos originales.

El Dr. Benjamín Herreros inició su intervención aludiendo a tres valores esenciales que deben de tener siempre presentes los clínicos del Sistema Nacional de Salud: la eficacia, la seguridad y la sostenibilidad. “De los dos primeros depende el bienestar y el cuidado correcto de nuestros pacientes y de la sostenibilidad depende hacer que el sistema se mantenga para en un futuro poder seguir tratando a pacientes”, expuso.

Estos tres valores también deben de ir acompañados del principio de justicia, en opinión del Dr. Herreros. “El Sistema Nacional de Salud al gestionar -dijo- sus recursos debe tener en cuenta el principio de justicia, entendido como el adecuado reparto de los recursos sanitarios”.

Este principio se encuentra dentro de la ética médica y busca la mejor distribución de los recursos basándose en la equidad. “El clínico tiene un papel clave para integrar tal principio en su práctica y concienciar de ello al paciente, así como para implicar en su práctica asistencial la distribución de recursos”, señaló.

“Entre dos medicamentos uno es más eficaz, el clínico, pensando en el paciente, tiene que elegir el más eficaz. En este supuesto las restricciones a la prescripción las tienen que marcar los gestores o el mismo SNS en base a sus recursos, pero no el clínico. Pero si dos medicamentos son igual de eficaces, lo responsable, para evitar costes innecesarios al SNS, es elegir el más económico, tanto por parte del clínico como desde la administración”, explicó el Dr. Herreros para después matizar que es “aquí donde entran los biosimilares, porque son medicamentos que han demostrado ser igual de eficaces que el biológico equivalente”.

El papel de los pacientes en el "switching", que significa cuando el profesional cambia el medicamentos de referencia a biosimilares, fue otro de los aspectos que abordó: “El paciente debe ser informado de las decisiones clínicas y el mensaje debe adaptarse para que sea plenamente entendido”, señaló el experto quien apunto que el asociacionismo de paciente es clave también “para derribar barreras y que se distribuya y llegue a más pacientes”, afirmó.

Por su parte, el Dr. Gonzalo Calvo contó que los biosimilares los vivió desde el principio cuando trabajaba en la EMA. “Al principio nadie lo veía claro porque no era igual que los genéricos. En los medicamentos biosimilares el proceso y la estructura final los define la célula que está produciendo ese principio activo. La variabilidad influye en la biología y las pruebas son más complicadas en los biosimilares que en los fármacos de síntesis clínica”, dijo.

Un biosimilar es un concepto regulatorio. "La EMA desarrolló guías sobre biosimilares de manera pionera ante la inminente llegada de competencia para medicamentos biológicos", señaló el Dr. Calvo para después incidir en que "la EMA adapta sus requisitos en base a la evidencia". "Se espera que los ensayos clínicos vayan perdiendo peso específico en los requerimientos futuros", expuso.

Además, los biosimilares son seguros, según explicó, “los principios de no maleficencia y de beneficencia se dan por sentado, pero tienen efectos adversos como cualquier otro medicamento”.

Como principales retos de estos medicamentos “son las barreras del propio clínico que tiene sus prejuicios, la administración local y las políticas sanitarias que no los incorporan en las carteras de servicios. A pesar de ello, “hoy en día todo el mundo puede prescribir biosimilares ", señaló.

En su opinión, los biosimilares “no violan ningún principio ético” y aunque incorporarlos tiene un proceso complejo “se trata de ir simplificando poco a poco el escenario pero que sea digerible para todo el mundo porque ha costado muchos años de esfuerzos no hay que dinamitarlo”.

Además, los hospitales que los están usando como parte de su sistema gestión en la práctica clínica ha supuesto, según dijo, como una forma de reinvertir ahorros en otras necesidades sanitarias. “Lo ahorrado con los biosimilares se ha destinado a contratar personal sanitaria, mejorar la informática o la ampliación del número de pacientes”, explicó

¿Qué han aportado los biosimilares a la práctica clínica?

La siguiente mesa de debate debatió sobre “¿Qué han aportado los biosimilares a la práctica clínica?”.

Participaron como ponentes el Dr. Manuel Barreiro, médico del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela; la Dra. Mónica Vázquez Díaz, jefa de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid; el Dr. César Augusto, jefe de unidad del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca-IBSAL; el Dr. José Luis López Lorenzo, médico especialista en Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid; y el Dr. José Manuel Carrascosa, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (HUGiT). Además, contó como moderador con el Dr. Gonzalo Calvo.

Biosimilares en reumatología

La Dra. Mónica Vázquez Díaz, reumatóloga, contó su experiencia con los biosimilares desde el punto de vista de su especialidad. “La llegada de los biosimilares supuso una gran oportunidad para seguir disminuyendo el coste-paciente y garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario”.

Tal y como señaló, “la reumatología se ha visto obligada a contener el coste farmacológico al ser de los servicios con mayor gasto farmacéutico y los biosimilares han contribuido a ello". Desde que aparecieron los biosimilares y empezó a haber evidencia de que “no había diferencias en cuanto a eficacia y seguridad con el resto de los medicamentos comenzamos a utilizarlos y a poner toda nuestra evidencia posible al respecto”.

Cuando se cambia de un medicamento original a un biosimilar, los pacientes también influyen, para la Dra. Vázquez Díaz “si el paciente está de acuerdo siempre acepta y lo entiende. El médico tiene que transmitirle confianza. Explicando bien las cosas el paciente siempre está a favor”.

Además, gracias a reducir los costes desde el servicio de reumatología “se ha duplicado en siete años el número de tratamientos biológicos y el número de pacientes tratados”. Es un gran avance en cuanto al coste del tratamiento biológico del paciente crónico.

Biosimilares en oncología

Por su parte, el Dr. César Augusto, oncólogo, habló desde el ámbito de la oncología médica. “Hubo mucha presión con la llegada de los biosimilares, pero supuso un avance importante”, matizó.

“El profesional oncólogo es consciente de que debe contribuir a la sostenibilidad del sistema y lo transmite al paciente para concienciar sobre la oportunidad de prescribir otros tratamientos. Cuando aparecieron estudié un medicamento biológico y como se producía y desde entonces empecé a hacer uso de los biosimilares”, señaló. Además, en su opinión, el paciente entiende “que la sostenibilidad es cosa de todos”.

En Castilla y León, donde el Dr. Augusto ejerce, “los objetivos de incremento del uso de los biosimilares son de obligado cumplimiento, pero ha habido beneficio compartido entre los que implementamos biosimilares y un retorno del ahorro en inversión para el servicio de oncología. No nos han preguntado a los profesionales por el programa vinculado al ahorro de esos gastos”, señaló.

La falta de información y transparencia es otro de los temas que expuso. “No hemos tenido información -dijo- la compra no es centralizada cada hospital puede comprar los biosimilares, mantener los originales o combinar ambos, esto ha generado una implementación irregular y no acompañadas de incentivos para el propio hospital”.

Es por ello que, el reto es generar “un retorno no siempre sea económico, sino que se traduzca en los esfuerzos a la hora hacer sostenible el sistema”.

Biosimilares en aparato digestivo

El Dr. Manuel Barreiro, especialista en aparato digestivo, contó que los biosimilares llegan en el año 99 y cómo en la patología digestiva, “la llegada de infliximab biosimilar obligó al especialista a formarse en biosimilares; ya que infliximab era un fármaco fundamental en la mejora de calidad de vida del paciente”.

El cambio del medicamento original al biosimilar “fue un proceso mentalmente largo. Cuando cambié la mentalidad de médico a médico gestor ahí hice clic y me di cuenta de lo que suponía la utilización de los biosimilares para la sostenibilidad del sistema sanitario y el ahorro tan grande de gastos”.  “Ahora creemos en los biosimilares”, señaló.

En cuanto a la situación de los pacientes manifestó que “no hemos notado reticencia en los pacientes, cuando se lo explicas por norma general lo entienden y les parece bien”.

Biosimilares en hematología

El Dr. José Luis López Lorenzohematólogo, explicó que "el uso de los primeros biosimilares como la epoetina facilitó luego la adopción de rituximab biosimilar por parte del hematólogo". En su opinión, cuando se comercializan los biosimilares debería “aparecer el nombre del medicamento no la marca comercial”.

Cuando los medicamentos son de dispensación hospitalaria muchas veces los pacientes no saben si les están administrando un medicamneto biosimilar o no. “Ellos confían en sus profesionales y saben que los medicamentos proporcionados son para curarles. En mi hospital cuando se ha producido el cambio a biosimilares no ha habido ningún problema", apuntó.

Biosimilares en dermatología

El Dr. José Manuel Carrascosa, dermatólogo, señaló que “los biosimilares han permitido que los pacientes de psoriasis empiecen mucho antes con terapia biológica manteniendo o bajando el coste".

Desde su experiencia en dermatología asegura que “hemos aprendido que es muy importante tener un circuito acordado, la preocupación del paciente es muy lícita y debemos de ser capaces de responder a la pregunta de si tenemos evidencia y podemos garantizar que la evolución del paciente va a ser igual con el biosimilar a la del fármaco original. En psoriasis en sí, si podemos garantizar eso”.

Transmitir naturalidad y hacer llegar a los pacientes que los fármacos biológicos cambian la evolución de forma natural “hace que no haya problemas al hacer el cambio, el sistema está muy bien perfilado”.

Desde el punto de vista científico si un producto tiene las mismas prestaciones que otro el paciente puede exigir que se le ponga lo que se le estaba poniendo. “Pero nosotros hacemos que eso funcione le hacemos partícipe que poniendo el mismo principio activo con los biosimilares hacemos que eso genere beneficios para el paciente y para la sostenibilidad del sistema que tiene un ahorro considerable, concluye.

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